Terapia presencial
¿Cómo es el proceso terapéutico?
Me gusta pensar que ir a terapia es como emprender un viaje: tú decides el destino, el ritmo y qué llevar en la mochila y yo estaré a tu lado como guía. Te ayudaré a orientarte, a sortear los obstáculos del camino y a descubrir nuevas rutas cuando parezca que no hay salida.
Para mí, la terapia es un proceso de colaboración: aunque yo pueda aportar herramientas y acompañamiento, tú eres quien mejor conoce su propio recorrido.
Terapia para adultos
Durante las sesiones individuales trataremos de identificar, entender y explorar la función que están cumpliendo los síntomas en tu vida diaria, estableceremos objetivos concretos para llevar a cabo un cambio significativo y si fuera necesario, echaremos la vista atrás para comprender mejor tu historia y resignificar tu presente.


Terapia individual adolescentes
La adolescencia suele ser una etapa compleja tanto para el individuo como para el entorno debido a la cantidad de cambios que se pueden llegar a experimentar. El adolescente trata de descubrir quién es más allá de la familia y esto, siempre implica un reajuste en el sistema. En este sentido, pueden surgir dificultades que requieran de una intervención terapéutica donde el objetivo será ayudarle a recuperar su bienestar y mejorar sus relaciones.
Terapia de pareja
La relación de pareja es una de las más importantes en la vida de una persona, pero, como en cualquier vínculo, pueden surgir dificultades que afectan la convivencia y el bienestar emocional. Cuando la comunicación se deteriora, los conflictos se vuelven constantes o la conexión emocional se debilita, es recomendable buscar apoyo profesional. En esta línea, la terapia de pareja ofrece un espacio seguro para mejorar la comunicación, resolver conflictos y fortalecer el vínculo. Además, puede ser especialmente útil en momentos de cambio, como la llegada de un hijo, una mudanza o situaciones personales que impactan la relación.


Terapia familiar
La familia es nuestro primer sistema de relaciones, donde aprendemos a comunicarnos, a expresar emociones y también donde empezamos a descubrir el mundo. Sin embargo, como todo sistema, existen momentos de desequilibrio que pueden afectar a la dinámica familiar. En este sentido, la terapia familiar y la práctica sistémica está especialmente indicada cuando el objetivo es mejorar la comunicación y las relaciones entre los miembros familiares y, así, posibilitar una mejora en las fases de transición del desarrollo familiar o en acontecimientos vitales estresantes que se puedan estar atravesando.